Busca un buen helado de vainilla, déjalo semi-descongelar y ve añadiendo poco a poco el AOVE riO* hasta que esté totalmente integrado, y tenga el sabor adecuado. Vuelve a congelar. Tendrás la base de muchos helados, puedes utilizar frutos rojos, limón, etc
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas Politica de cookies y la aceptación de nuestra Politica de PrivacidadACEPTAR